hipertensión

Síntomas de presión arterial alta

La hipertensión es una enfermedad sistémica en la que se produce un aumento sostenido de la presión arterial por encima de 140/90 mm Hg. Arte.

Causas de la presión arterial alta

En cardiología clínica, la hipertensión se divide en hipertensión primaria, que se presenta como una enfermedad independiente, e hipertensión secundaria, que se desarrolla como una complicación de otras patologías.

Las causas de la hipertensión primaria pueden ser los siguientes factores:

  • Desregulación de la presión vascular;
  • reactividad cardiogénica excesiva (cambio repentino de la presión arterial en el contexto de estímulos externos);
  • aumento del tono arteriolar;
  • Interrupción del proceso de excreción de sodio por el sistema urinario.

La hipertensión secundaria se desarrolla como una complicación de determinadas patologías, que incluyen:

  • Enfermedades de los riñones y de las glándulas suprarrenales: glomerulonefritis crónica, pielonefritis, tumores de los riñones y de las glándulas suprarrenales, obstrucción de la arteria renal, etc. Estas enfermedades provocan una inhibición de la circulación sanguínea en los riñones, como resultado de lo cual los órganos secretan una sustancia para compensar la condición patológica.
  • Enfermedades endocrinológicas – diabetes mellitus, hipertiroidismo, mixedema, tumores, trastornos metabólicos, desequilibrio hormonal, etc.
  • Enfermedades cardiovasculares: estrechamiento aterosclerótico de los vasos sanguíneos, luz aórtica, defectos valvulares, etc.

Además, factores provocadores como:

  • una dieta con consumo excesivo de grasas, sal, azúcar y cantidades insuficientes de productos vegetales en el menú;
  • edad mayor de 55 años;
  • predisposición hereditaria;
  • la inactividad física;
  • fumar, abuso de alcohol;
  • Estrés crónico.

La presión arterial alta también puede desarrollarse mientras se toman ciertos medicamentos (glucocorticosteroides, esteroides anabólicos, antidepresivos).

tipos de enfermedades

Según la causa y el tipo de lesión se distingue:

  • hipertensión primaria;
  • enfermedad hipertensiva con daño primario al corazón;
  • presión arterial alta con daño renal predominante;
  • hipertensión arterial con daño predominante al corazón y los riñones;
  • hipertensión secundaria.

Teniendo en cuenta el alcance de la influencia de la patología en los órganos internos, se diagnostica lo siguiente:

  • Etapa I (sin complicaciones): no hay daño a los órganos diana, pero hay un aumento persistente de la presión arterial;
  • Etapa II (asintomática): caracterizada por daño a los órganos diana, pero sin signos del proceso patológico;
  • III - Se produce daño orgánico, que se acompaña de síntomas clínicos graves.

Dependiendo de la gravedad, la presión arterial alta se divide en las siguientes categorías:

  • leve: aumento de la presión arterial en el rango de 140/90 a 159/99 mm Hg. ;
  • moderado - indicadores dentro de 160/100-179/109 mm Hg. Arte. ;
  • grave: presión arterial superior a 180/110 mm Hg.

También se distingue la hipertensión aislada, cuya peculiaridad es que solo aumenta la presión sistólica.

Síntomas

Las manifestaciones clínicas de la hipertensión dependen de la causa de la patología y del grado de aumento de la presión arterial. En las etapas iniciales la enfermedad puede ser asintomática, luego los pacientes se quejan de:

  • dolor de cabeza, mareos;
  • ruido, zumbidos en los oídos;
  • la aparición de "moscas" y manchas ante los ojos;
  • Sensación de latidos activos del corazón, pulsaciones en las sienes, detrás de la cabeza;
  • enrojecimiento de la cara;
  • dolor presivo en el área del corazón;
  • Dificultad para respirar;
  • hinchazón de la cara, manos;
  • sudoración intensa;
  • Pérdida de apetito, náuseas.

Otras manifestaciones dependen de la forma y presencia de complicaciones de la hipertensión. Estos pueden incluir visión borrosa, temblores, entumecimiento en las extremidades, pérdida de coordinación y motricidad fina, etc.

Si la enfermedad progresa durante mucho tiempo, a menudo sucede que el paciente inicialmente sufre los síntomas mencionados anteriormente, pero luego estos desaparecen. Esto se debe al hecho de que los receptores pierden sensibilidad y el cuerpo se adapta al aumento de los parámetros de presión arterial. Sin embargo, es necesario medir la presión arterial con regularidad, registrar los indicadores y seguir las recomendaciones del médico.

Posibles complicaciones de la presión arterial alta.

En formas avanzadas de la enfermedad, complicaciones como:

  • crisis hipertensiva;
  • Ataque;
  • Infarto de miocardio;
  • encefalopatía (disminución de la capacidad cognitiva con posterior desarrollo de demencia vascular);
  • insuficiencia cardíaca crónica renal;
  • Arteriosclerosis;
  • Disección de un aneurisma aórtico;
  • retinopatía hipertensiva (daño a la retina);
  • Nefroesclerosis (principalmente riñón encogido).

El riesgo de complicaciones depende de la combinación de varios factores desencadenantes, pero incluso un ligero aumento de la presión arterial puede tener consecuencias negativas.

Diagnóstico de la enfermedad.

Si se presentan síntomas de hipertensión, debe consultar a un médico o cardiólogo. Durante la consulta, el médico indaga sobre los síntomas y su gravedad y también examina en detalle el historial médico para identificar factores para el desarrollo de la enfermedad. Luego, el especialista realiza un examen, que incluye examen general, auscultación, percusión, palpación, medición de la frecuencia cardíaca y la presión arterial.  

Para confirmar el diagnóstico se requieren al menos 3 mediciones aisladas de la presión arterial (en días diferentes en un centro médico) o datos MAPA (monitoreo de la presión arterial las 24 horas).  

Como parte del diagnóstico inicial, al paciente se le prescribe lo siguiente:

  • análisis clínico de sangre, orina;
  • Análisis de sangre para determinar el contenido de hormonas y hemoglobina glucosilada.

Para aclarar los factores provocadores y detectar procesos patológicos existentes, el paciente puede someterse a los siguientes métodos de diagnóstico:

  • electrocardiografía;
  • ecocardiografía;
  • Ecografía dúplex de las arterias braquiocefálica, renal e iliofemoral;
  • Ultrasonido del corazón, sistema urinario;
  • examen oftalmológico.

Dependiendo de la causa de la enfermedad, el médico de familia puede derivar al paciente a un cardiólogo, endocrinólogo, nefrólogo, neurólogo u oftalmólogo para tratamiento y diagnóstico adicionales.

Tratamiento de la presión arterial alta

El objetivo del tratamiento de la hipertensión es normalizar la función cardíaca, eliminar los síntomas de la enfermedad y prevenir el desarrollo de complicaciones. El régimen de tratamiento se selecciona individualmente.

Terapia no farmacológica

Significa un cambio en el estilo de vida. Para hacer esto necesitas:

  • participar regularmente en ejercicios terapéuticos;
  • controlar el peso;
  • abandonar los malos hábitos y las bebidas de café;
  • excluir de la dieta los alimentos grasos, picantes, los alimentos enlatados, la comida rápida y los dulces;
  • Minimizar el consumo de sal y azúcar;
  • coma más verduras, frutas, pescado y productos lácteos bajos en grasa de temporada;
  • Normalice el régimen de bebida (la cantidad diaria de líquido debe ser de 1 a 1, 5 litros).

Terapia de drogas

Se utilizan varios grupos de medicamentos para tratar la presión arterial alta:

  • diuréticos;
  • medicamentos betabloqueantes;
  • inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina;
  • Antagonistas de los canales de calcio y receptores de angiotensina II;
  • Sustancias con efecto central.  

Según la indicación se pueden prescribir inhibidores de la renina, vasodilatadores, hipolipemiantes, sedantes, etc. La dosis y la frecuencia de administración las determina el médico.

Prevención de la presión arterial alta

No existe una prevención específica de la enfermedad. Para minimizar el riesgo de desarrollar hipertensión y complicaciones peligrosas, es necesario seguir una serie de medidas preventivas generales:

  • mantener un peso corporal óptimo;
  • hacer deporte con regularidad;
  • adherirse a la nutrición dietética;
  • abandonar los malos hábitos;
  • tratar rápidamente enfermedades endocrinas, nefrológicas y cardíacas;
  • minimizar situaciones estresantes;
  • Control de la presión arterial.

También es importante someterse a controles periódicos y seguir todas las recomendaciones médicas. Si su presión arterial aumenta, debe programar una cita con su médico.

En un centro médico multidisciplinar podrás recibir asesoramiento de especialistas altamente cualificados. Terapeutas y cardiólogos experimentados prescriben el examen necesario para cada paciente y seleccionan un tratamiento eficaz.